domingo, 13 de junio de 2010

Conociéndome

Mi verdadera vocación, siempre lo ha sido, es la de ser escritor, escritor de novela de narrativa contemporánea, pero pensando en ello, acabo de caer en la cuenta de que para serlo, al menos de una manera honesta y relativamente eficiente, necesito ejercer un grado más amplio de libertad personal. Desde mis propias limitaciones, trabas y prejuicios, que en la mayoría de los casos yo mismo me he impuestos, difícilmente podré ejercer dignamente la función creativa que todo escritor necesita para contar una historia creíble, por eso creo que debo actuar valientemente, para procurarme esa libertad que necesito. A veces nos cuesta muchísimo aceptarnos a nosotros mismos. Casi siempre es complicado decidir, pero hacerlo es andar hacia delante. ¿Vienen conmigo? No digo que sea fácil ni bonito, es sencillamente un camino, mi camino. Un destino, mi destino, todo aquello que yo he elegido en base a lo que soy, con el valor de no mentirme a mi mismo.